La inmensidad

Sentirse solo frente al mar, y sin embargo tranquilo

¿Qué hora será?

... Porque con tanto cambio, yo ya no sé ni en qué hora vivo...

Reflejo

¿Cuál es la imagen auténtica? ¿La real, o la que reflejamos?

Tardes de lluvia

Reconozcámoslo: la lluvia es bonita detrás del cristal de la ventana, o en el campo, o sobre el mar embravecido. En la ciudad, la lluvia es un auténtico engorro, que obliga a saltar charcos, sostener el paraguas y aún te faltarán manos para abrigarte si hace frío.

Calma

Una de las pocas cosas que nunca querría perder, pase lo que pase... 

Temporada de pesca

De hace unos años para acá me he fijado en la gran cantidad de pescadores que aprovechan los fines de semana para colocar la caña en alguno de los muchos parajes de costa de Asturias. En este caso eran padres e hijos los que pasaban la tarde, ajustando y controlando las cañas aquí y allá.

Artículos de belleza

No le vi la cara, pero adivino sus pensamientos delante del escaparate. "¡Cuántas cosas usen les muyeres, qué complicadas son...!".

Más difícil todavía

Más difícil todavía, a photo by Ladytron74 on Flickr.

¿Alguien ha probado alguna vez a teclear un mensaje en el móvil y a la vez llevar un paraguas...?

Momentos especiales

Comenzaba el otoño, y sin embargo el buen tiempo hacía recordar el verano recién terminado. Era una escena especial entre un padre y su hija, y al igual que quedó inmortalizado en esta fotografía, estoy segura de que aquel momento quedará grabado en la memoria de ambos.

Callejeando

Escenas urbanas de todos los días, gente de paso por las calles, gente que viene y va...

Secretos

Estaban los dos inclinados sobre el móvil, y durante todo el tiempo que estuve en la plaza, no levantaron la cabeza más que para mirarme una vez, y de pasada. Quién sabe qué era lo que miraban...

La hora del café

Me gusta especialmente ese momento, después de comer, en que se inician las tertulias más tranquilas frente a un café.

Cuestión de costumbre

Hace días comenté que últimamente veo muchos señores con sombrero. Me imagino que desde siempre tendrán costumbre de usarlo, y es una costumbre que me alegro de que mantengan.

Bajo la lluvia

Ha vuelto la lluvia. Claro, 15 de octubre... Se me olvida a veces que ya estamos en otoño.

Divide y vencerás

Hay tantas cosas para fotografiar que a veces faltan ojos, manos y cámaras. En otras ocasiones cada cual va por su lado, buscando el mejor ángulo, el detalle escondido...

Coincidencias

Y digo yo... la niña del escaparate ¿se reirá de lo que hablan estas dos mujeres, o de lo rica que sabe la magdalena que está mordiendo?

Sin palabras

En ocasiones las imágenes ya lo dicen todo sin necesidad de explicar nada.

Mercadillos

Gente, gente y más gente, caminando de puesto en puesto, asomada al espectáculo de objetos abandonados.

Rincón olvidado

Podría ser en cualquier calle, en cualquier ciudad... Una esquina olvidada, con ventanas enrejadas y paredes llenas de pintadas, que en otro tiempo sería una casa nueva y habitada y hoy no es más que la sombra de lo que fue.

Un cartel de los de antes

En la era de los leds, lo realmente llamativo es que se conserven los carteles antiguos. 

Chicle

Cruzó por el medio de la calle, a pesar de que tenía el semáforo en verde unos metros más abajo, y aunque no se puede apreciar, iba mascando un chicle, sonriendo a sus pensamientos. Estoy segura de que todos fuimos (y a veces somos) tan despreocupados como lo parecía ella.

Conversaciones de negocios

Miraban, rebuscaban entre los objetos, y hablaban entre ellos supongo que de sus negocios. ¿De qué otra cosa podía ser, allí, detrás del puesto?

Volver

Estaba sentado en un banco, se levantó, pasó por delante mío y se fue. Me llamó la atención su sombra, completamente perpendicular, que volvía a casa junto a él.

El pescador

Cuando es difícil disimular, lo mejor es actuar con naturalidad. Este hombre me vio desde el primer momento, y cuando tuve el mejor ángulo, no dudé en hacerle la foto, aprovechando la composición que me brindaba su caña, su bicicleta y su propia postura hacia mí.

Tiempos muertos

Era evidente que este hombre se aburría, y mucho. Alrededor suyo tenía un espacio vacío, sin cacharros, sin gente, y estaba allí sentado, pensando en sus cosas, matando el tiempo...