Cambio o transformación... El paisaje que nos rodea se va transformando, en unos casos hacia la evolución de las estructuras, en otros hacia la conservación de lo ya existente.
Todo, sin duda, es evolución. Unas veces no comprendemos hacia dónde nos conduce; otras, nos anticipamos a ella y la aceptamos como parte del camino. Y al final terminamos convirtiéndonos en el ser que siempre debimos ser, en el ser para el que realmente hemos sido creados.