Cuando vi la escena, incluso antes de hacer la foto, ya sabía qué título tendría.
Estoy convencida de que la suerte, aunque es esquiva y caprichosa, hay que buscarla una y otra vez sin descanso. Hay que esperarla a la vuelta de cualquier esquina, en cualquier ocasión, y apostar una y otra vez al mismo número con la fe inquebrantable del que cree en la Fortuna, por más que los hechos alrededor quieran quitarnos la razón.