Cuando veo ciertos puestos en los mercadillos, plagados de objetos usados, antiguos, desfasados, en orden caótico y llenos de recuerdos, no puedo evitar pensar por cuántas manos habrán pasado, a quién habrán pertenecido. Pienso que alguna vez fueron importantes para alguien, que en algún momento de su existencia formarían parte de un decorado mejor.
Ahora sólo son los restos del naufragio.
Maginifica foto, magnifico blog, lo seguire con atención, un gran trabajo con un gusto delicioso
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