Uno se da cuenta de que se hace mayor cuando ve estas escenas. Y no es que no conserve aún ilusión por pequeñas (o quizás grandes, quién sabe) cosas, pero lo cierto es que la adolescencia es la edad del despertar, del descubrimiento. De la amistad, la ilusión y la esperanza. Tres valores esenciales, tres puntales imprescindibles.
Os deseo a todos una feliz entrada a 2016. Que en el nuevo año, nunca nos falte la ilusión.
Os deseo a todos una feliz entrada a 2016. Que en el nuevo año, nunca nos falte la ilusión.